Seguridad Marítima: Preparación y Respuesta ante Emergencias en Buques
Formación de la Tripulación
La correcta formación de la tripulación es fundamental para garantizar la seguridad a bordo. Esta formación debe incluir:
- Conocimiento exhaustivo de los medios y equipos disponibles, así como su correcto manejo.
- Dominio de las técnicas de supervivencia, abandono y rescate.
- Realización práctica de ejercicios periódicos con los equipos disponibles a bordo.
Ejercicios de Adiestramiento
Los ejercicios de abandono y contraincendios se realizarán, al menos, una vez cada catorce días. Cuando más del 25% de la dotación haya sido reemplazada, estos ejercicios se llevarán a cabo dentro de las 24 horas siguientes a la salida. Todas las actividades se registrarán debidamente en el Diario de Navegación.
Los motores de los botes salvavidas y de rescate deberán arrancarse, al menos, una vez a la semana.
Disponibilidad Operacional de los Equipos de Salvamento
Es crucial comprobar periódicamente la disponibilidad operacional de los equipos y medios de salvamento.
Mantenimiento de los Equipos
Los buques equipados con botes salvavidas o de rescate deben disponer de instrucciones claras, concisas y convenientemente ilustradas. Estas instrucciones incluirán una lista de comprobaciones periódicas, reparaciones de averías comunes, puntos de lubricación y aceites recomendados.
Las balsas salvavidas no requieren mantenimiento por parte de la tripulación entre los períodos de revisión obligatorios.
Todos los elementos de pequeño tamaño (chalecos, trajes, lanzacabos, señales pirotécnicas, radiobalizas, aparatos portátiles de radio, etc.) llevarán adheridas las instrucciones de uso, las normas de conservación o mantenimiento y su periodicidad. En los casos aplicables, se indicará también su fecha de caducidad.
Las balsas y los chalecos salvavidas inflables deben ser revisados cada 12 meses por estaciones de servicio aprobadas por la Administración. Lo mismo aplica para las radiobalizas y las botellas de aire de los botes provistos de un sistema autónomo de aire.
Las unidades de zafa hidrostática serán sometidas a revisiones cada 12 meses, comprobando su mecanismo de suelta a una profundidad no superior a 4 metros. Los botes de rescate serán revisados cada dos años por las estaciones de servicio.
Situaciones de Emergencia: Casuística
Las situaciones de emergencia en un buque son aquellas en las que su integridad y/o la seguridad de sus tripulantes se ven amenazadas. Estas situaciones provienen de diversos casos que se detallan a continuación.
Casos de Emergencia
Son sucesos imprevistos, no deseados y súbitos que interrumpen la normalidad en el buque, poniéndolo en una situación de emergencia.
Vía de Agua
La técnica más adecuada para abordar una vía de agua es el taponamiento del orificio por el que penetra el agua. Se deben utilizar objetos que obstruyan el paso del agua, tanto desde el interior como desde el exterior del buque. El objetivo es evitar totalmente la entrada de agua o reducirla a cantidades manejables por los sistemas de achique del buque.
Embarrancada
Se distinguen tres tipos:
- Embarrancadas: Contactos violentos y anormales contra un fondo blando. Cuando este contacto con el fondo marino se realiza a voluntad de los tripulantes, se denomina varada.
- Encallamientos: Contacto violento contra un fondo marino duro.
- Choques con bajos: Contactos violentos y anormales entre el buque e irregularidades de cualquier tipo del fondo marino próximas a la superficie de las aguas.
Causas de la Embarrancada
- Desconocimiento de la zona de navegación.
- Utilización de cartas marinas no actualizadas.
- Utilización incorrecta de los sistemas de ayudas a la navegación.
- Imprudencia de los responsables de la navegación.
- Alteraciones en el estado físico y mental de los tripulantes.
- Formación inadecuada de los tripulantes.
- Averías mecánicas.
Abordaje o Colisión
Es el choque de un buque contra otro o contra un objeto, sea flotante o no. Las causas más comunes son:
- Falta de vigilancia en el puente durante la navegación.
- Exceso de confianza en la información del radar y otros aparatos de navegación.
- Imprudencia de los responsables de la navegación, como no reducir la velocidad en condiciones de visibilidad reducida.
- Alteraciones físicas o mentales de los tripulantes.
- Negligencia de la Administración en el mantenimiento de las ayudas a la navegación.
- Averías mecánicas.
Incendio y/o Explosión
Los espacios reducidos, accesos difíciles, limitación de los medios de extinción, escasez de personal y otras peculiaridades de los buques pueden contribuir a que estos incidentes tengan un desenlace fatal, tanto para el buque como para la tripulación.
Mal Tiempo
Más que un caso de emergencia en sí mismo, el mal tiempo puede ser una causa subyacente. La navegación marítima se desarrolla en condiciones de mar y viento que deben ser consideradas en el diseño y construcción del buque.
Las causas que contribuyen a una pérdida de estabilidad relacionada con malas condiciones meteorológicas incluyen:
- Navegación en sincronismo con mares de popa o aleta.
- Efecto combinado del viento de través y movimientos de balance.
- Corrimiento de la carga.
- Embarque de agua.
- Efecto de la superficie libre en tanques y sentinas.
- Formación de hielo en superestructuras y arboladura.
El mal tiempo puede desencadenar otros casos de emergencia, como hombre al agua o vía de agua.
Hombre al Agua
La caída de un hombre al agua constituye una situación de emergencia crítica donde la rapidez de actuación es vital. Las fases del salvamento son:
- Alarma: Tres pitadas largas.
- Lanzamiento de aros salvavidas.
- Maniobra.
- Arriado del bote de rescate.
- Rescate del náufrago.
Problemas de Estabilidad
Pueden deberse a una mala distribución de la carga, a un corrimiento de la misma o a la influencia de superficies libres en los tanques.
Pérdida de Gobierno
Incluye todos los fallos que afectan directamente al gobierno del buque, interrumpiendo la navegación.
Fallos Estructurales del Barco
Comprende todos los casos de emergencia causados por fallos en la resistencia estructural del buque ante los esfuerzos a los que está sometido durante la navegación.
Cuadro Orgánico para Situaciones de Emergencia
El Cuadro Orgánico para situaciones de emergencia contiene todas las obligaciones y consignas, con instrucciones concretas para cada tripulante, para todos los tipos de emergencia.
Este cuadro incluye las obligaciones en caso de abandono del buque, incendio, hombre al agua y peligro indeterminado. También indica cada una de las señales de alarma.
Las instrucciones deben ser claras y concisas. El cuadro debe estar colocado en lugares visibles y en los puntos de reunión. Se designarán sustitutos para los puestos clave, que, debido a la emergencia, no puedan asumir su responsabilidad. Cada tripulante debe conocer perfectamente su cometido y responsabilidad.
Actualmente, este Cuadro Orgánico es obligatorio para buques con una eslora de registro de 45,7 metros o más.
En los camarotes existirá una tarjeta individual con las funciones de cada tripulante, de acuerdo con el Cuadro.
Ejercicios Periódicos
Es fundamental simular en los ejercicios las situaciones de emergencia de la forma más realista posible, sin previo aviso y sin esperar condiciones meteorológicas ideales.
La frecuencia y el horario de los ejercicios deben ser compatibles con las actividades laborales, sin alterar la actividad normal del buque.
Ejercicio de Abandono de Buque
- Convocatoria de la tripulación en los puestos de reunión a la señal de alarma.
- Prueba del alumbrado de emergencia y su efectividad, especialmente en accesos y lugares de abandono.
- Presentación de cada tripulante en los lugares asignados.
- Inspección de la correcta colocación de los dispositivos individuales de salvamento.
- Comprobación de que todos conocen sus obligaciones.
- Preparativos para la puesta a flote de embarcaciones.
- Preparativos y arranque del motor del bote salvavidas.
- Accionamiento de los pescantes para balsas salvavidas.
- Zallado de un bote con toda su tripulación (puesta a flote y maniobra en el agua, como mínimo una vez cada tres meses).
- Puesta a flote del bote de rescate con toda su dotación realizando maniobras (como mínimo una vez al mes).
La puesta a flote de los botes salvavidas se realizará con el buque atracado o, como máximo, con el buque en navegación con una arrancada inferior a 5 nudos. Se procurará que la arrancada sea nula durante la recuperación del bote. Los ejercicios se realizarán en las mejores condiciones de mar posibles.