Adaptación Biológica al Entrenamiento Físico
El entrenamiento de la condición física es un problema de adaptación biológica del organismo. Bajo la influencia de esfuerzos exteriores (en nuestro caso el estímulo del entrenamiento) se produce una inversión del sistema interno (corazón, circulación, sistema nervioso central y vegetativo, musculatura, psique) hacia un nivel superior de rendimiento.
El entrenamiento de la condición física está basado en la adaptación del organismo. Por lo tanto podríamos decir que: entrenamiento de la condición = adaptación biológica.
Principios de la Adaptación Biológica
Los procesos de adaptación biológica requieren los siguientes principios –aspectos parciales de la adaptación biológica- del entrenamiento de la condición física:
Principios de ciclo
(para asegurar la adaptación): Pueden ser de repetición, de continuidad y de periodicidad.Principios de esfuerzo
(para iniciar los efectos de la adaptación):- Relación óptima entre esfuerzo y descanso
- Aumento constante del esfuerzo
- Aumento irregular del esfuerzo
- Principio del esfuerzo variable
Principios de especialización
(para guiar la adaptación en una dirección específica):- Principio de individualidad
- Del intercambio regulador
- De primacía y de la coordinación consciente.
Definición de Adaptación
“La especial capacidad de los seres vivos para mantener un equilibrio constante de sus funciones ante la exigencia de los estímulos que constantemente inciden en ellas, gracias a la modificación funcional que se produce en cada uno de sus órganos y sistemas”
La adaptación depende de:
- Del excitante o estímulo. Ley de Schultz Arnodt o del umbral
- De la respuesta general del organismo de cada persona. Síndrome general de adaptación. Estas tres fases de la figura se realizaron adaptándose al esquema inicial de Selye y fueron diseñadas por Prokop. Según Selye un programa sensato de ejercicios físicos fomenta la resistencia general contra la acción de factores perjudiciales.
- De los distintos sistemas a los que van dirigidos específicamente los estímulos, que pueden ir dirigidos a:
- Sistema nervioso, cuando se trabaja la velocidad.
- Aparato cardiovascular, cuando se trabaja la resistencia
- Sistema endocrino.
- Fase positiva: De realización del esfuerzo – Fase negativa: Es la pérdida de capacidad (proceso de recuperación)
- Fase de superación del nivel primitivo o de supercompensación o de restauración ampliada.
La Condición Física en la Construcción Histórica de la Educación Física
En todas las épocas se ha realizado ejercicio físico para mejorar las capacidades corporales. Se pretendía ser más rápido, más fuerte y más resistente. Y para ello se entrenaban en las civilizaciones griega y romana, y posteriormente, en la Edad Media.
Amorós fue el primer autor que realizó una ficha fisiológica donde se reflejara el “valor físico”, pero se atribuye a su alumno Bellin de Coteau el que ideó el nombre de cualidades físicas, distinguiendo la fuerza, la velocidad, la resistencia y la destreza.
Entre los siglos XVII a XIX, aparece la Escuela Inglesa de entrenamiento, debido a los “footmen” (corredores profesionales), que entrenaban trotando y marchando.
En Estados Unidos, a partir de 1850 surge la Escuela Norteamericana de entrenamiento surgiendo el concepto de intervalo “Tempo Training”. Para entrenar utilizaban marcha, entrenamiento de duración y entrenamiento de tempo. En Estados Unidos de América, entre 1820 y 1900, se desarrollaba prioritariamente la fuerza como sinónimo de salud y disciplina. En 1921, Dudley desarrolló uno de los primeros aparatos para aplicar test de fuerza. En 1911, Hébert el creador del “Método Natural de Gimnasia”, publica “Código de la fuerza” en la que incluye doce pruebas para medir la condición física del individuo.
Surge la Escuela Finlandesa de entrenamiento, entre 1912 y 1939, desarrollando el sprint para fondistas, el tempo training corto para fondistas y el incremento de la cantidad e intensidad de trabajo. Su entrenamiento consistía en marcha, entrenamiento de duración, tempotraining y sprint. En 1916, Lían hizo las primeras pruebas fisiológicas para medir la aptitud física de los sujetos.
A partir de 1930, surge la Escuela Sueca de entrenamiento, basado en el contacto con la naturaleza, con dos aportaciones importantes, el fartlek sueco y el trabajo de Volodalen.
Los antecedentes de lo que podríamos llamar “Movimiento de la condición física (physical fitness)”, los debemos buscar en la preparación militar para las guerras mundiales. En el período de 1940-1945, surge el concepto de aptitud física como sinónimo de physical fitness. Aunque el factor decisivo fue el resultado de la prueba de aptitud física de Kraus-Weber realizada en 1953, que demostró que los niños americanos tenían inferior condición física que los europeos. Se realizó un plan de condición física creándose la Alianza Americana para la Salud.
En la década de los 70, se relaciona el fitness con el estado de bienestar y salud individual, relacionado con el concepto de salud que define la Organización Mundial de la Salud, en 1968, como el grado de adaptación a su ambiente físico, mental y social.
A partir de los años 80 el concepto de fitness esta directamente relacionado con la preservación de la salud (contra enfermedades cardiovasculares, endocrinas, nutricionales, tabaquismo, drogadicción, stress,…)
En la Educación Física, el acondicionamiento físico siempre ha formado parte de los contenidos.
El Trabajo Físico y sus Efectos sobre los Diferentes Órganos y Sistemas
Adaptaciones Cardiovasculares
Hay diferentes modificaciones a nivel vascular y a nivel cardíaco.
A nivel vascular, en los músculos aumenta el flujo sanguíneo y ello es debido a que hay una vasodilatación de los capilares y el corazón bombea más sangre. También existe vasodilatación a nivel pulmonar y a nivel cutáneo, aunque esto último también depende de la temperatura ambiente. No hay cambio en los vasos cerebrales.
La presión arterial no se debe modificar demasiado y si esto ocurre es que hay un sobreesfuerzo o sobreentrenamiento.
A nivel cardíaco se produce un aumento del volumen sanguíneo expulsado en cada latido. Ello es debido a que disminuye el número de pulsaciones por minuto porque a su vez aumenta la musculatura cardiaca y su potencia así como las cavidades cardiacas que permiten un mayor volumen de sangre.
Las demandas energéticas del miocardio disminuyen debido a que la frecuencia cardíaca y la presión arterial experimentan un menor incremento a un nivel de esfuerzo determinado.
Adaptaciones Respiratorias
En el ejercicio aumenta la frecuencia respiratoria, el volumen respiratorio y el consumo de oxígeno. La adaptación que realiza el deportista es aumentando su volumen respiratorio y con ello la posibilidad de disminuir la frecuencia respiratoria para un mismo ejercicio. Para un individuo sedentario el volumen respiratorio es de 80-100 l/min y en el deportista llega a los 150 l/min.
Existe un mecanismo nervioso que hace que el atleta aumente la frecuencia respiratoria antes incluso de la prueba pero que al comenzar el ejercicio la compensación de la deuda de oxígeno es más rápida.
También existen modificaciones fisicoquímicas en la sangre que actúan sobre los centros respiratorios.
Adaptaciones Musculares
La adaptación más importante que se produce en el músculo es la hipertrofia muscular (aumento de volumen). En el músculo se produce un aumento de mioglobina, una mejor capilarización del músculo y un menor riego sanguíneo. Aumentan las mitocondrias y los enzimas que intervienen en el metabolismo también aumentan. El músculo se hipertrofia, más en el entrenamiento de fuerza. Si el entrenamiento es de resistencia aumenta el número de fibras rojas (el músculo tiene fibras de dos tipos, rojas, ST, ó de contracción lenta y blancas, FT o de contracción rápida).
El porcentaje de fibras de contracción lenta o de contracción rápida es de gran interés para el pronóstico deportivo y para el seguimiento del entrenamiento. Cada persona genéticamente desarrolla diferente tipo de fibras musculares. Puede tener predominio de fibras rápidas, predominio de fibras lentas o un equilibrio entre ambas.
Parece ser que en función de nuestros tipos de fibras elegimos la actividad física para la que estamos más dotados.
Adaptaciones Osteoarticulares
Conocemos con seguridad que el ejercicio moderado ayuda al crecimiento óseo, sin embargo el exceso de ejercicio detiene el crecimiento del esqueleto óseo (existen grandes alteraciones en niños que practican gimnasia deportiva, jóvenes que realizan levantamiento de peso y vela).
Por otra parte, la sujeción de las articulaciones mejora con la actividad física puesto que fortalecemos la sujeción activa de los tendones musculares.
Adaptaciones Hormonales
Durante el ejercicio físico, los diferentes estímulos de este llegan a nivel de los centros nerviosos y estos regulan la liberación de catecolaminas que actúan sobre el sistema cardiovascular.
Paralelamente el hipotálamo regula la liberación de corticoides, vasopresina, hormona antidiurética, aunque indirectamente.
También se liberan serotonina, histamina, acetilcolina, angiotensina y bradiquinina que actúan sobre el sistema cardiovascular.