Comprender y Afrontar las Crisis: Tipos, Fases y Efectos
¿Qué es una Crisis?
La crisis es un estado transitorio de afectación, de trastorno, de desorganización, que se caracteriza por:
- Incapacidad del sujeto para manejar situaciones concretas mediante métodos que utilizaba antes de la situación de crisis.
- Y por la posibilidad de obtener un resultado positivo o negativo.
Cuando hablamos de crisis no tenemos por qué estar hablando de algo negativo. La crisis tiene una doble cara: puede ser un periodo transitorio que puede ayudar al desarrollo de la personalidad, a recuperar el equilibrio, nos puede ayudar a evolucionar, o por el contrario puede desarrollarse un proceso psicopatológico cuyas principales manifestaciones suelen ser el estrés postraumático, la depresión o la ansiedad. Durante la vida de un sujeto, se puede experimentar crisis con gran desorganización emocional e incapacidad para afrontarlas de forma eficaz. Esta situación suele estar limitada en el tiempo y suele ser producida por algún acontecimiento que la ha precipitado y se resolverá con niveles de funcionamiento mayor o menor dependiendo de:
- La gravedad del suceso.
- Los recursos personales del sujeto.
- Los recursos sociales.
Acontecimientos Precipitantes de una Crisis
Los acontecimientos precipitantes pueden ser:
- Universalmente devastadores: Casi siempre y en casi todas personas son capaces de precipitar una crisis, por ejemplo, la muerte de un ser querido o una agresión sexual.
- Otros acontecimientos: Por sí mismos no son de una magnitud que puedan crear una crisis, sino que dependerán de otros factores que afecten al desarrollo del individuo. El impacto del acontecimiento dependerá de factores como su oportunidad, intensidad, duración o grado de interferencia con otros acontecimientos que se estén viviendo en ese momento.
Tipos, Fases y Efectos de las Crisis
Tipos de Crisis
- Crisis Circunstanciales: Accidentales o inesperadas. Se apoyan en algún factor externo. Por ejemplo, la pérdida de un ser querido en un desastre natural como un incendio o en un terremoto. También tenemos las crisis originadas ante delitos violentos como un secuestro o una agresión sexual.
- Crisis de Desarrollo: Se relacionan con el paso de una etapa del desarrollo personal a otra, desde la infancia a la vejez. Cada etapa de desarrollo conlleva la adquisición de determinadas habilidades; si hay una interferencia en la adquisición de las mismas, es posible que aparezca la crisis. Por lo tanto, podemos decir que muchas crisis son predecibles, ya que sabemos de antemano que determinadas etapas de la vida son más decisivas y pueden originar crisis.
Fases de la Crisis
- Fase 1: Se eleva la tensión por el impacto del estímulo (del suceso) que pone en marcha las habituales respuestas para solucionar problemas.
- Fase 2: La falta de éxito de estas respuestas y el mantenimiento de ese estímulo provoca una elevación de la tensión y un estado de alteración e ineficacia.
- Fase 3: La tensión continúa en aumento y se ponen en marcha otros recursos. Es aquí donde puede reducirse la amenaza que originó la crisis, pueden tener éxito estas nuevas estrategias de afrontamiento o bien puede redefinirse el problema.
- Fase 4: Si el problema continúa, la tensión sigue aumentando hasta que origina una desorganización grave del sujeto, con afectación emocional.
Efectos de la Crisis
Hay 3 posibles efectos de una crisis:
- Cambio para mejorar.
- Empeorar.
- Volver a los niveles previos de funcionamiento.
Una crisis supone cambios importantes donde hay peligro y riesgos. Estos efectos peligrosos pueden ser físicos o psicológicos. Pueden aparecer episodios suicidas, homicidas, formas de violencia física, amenazas para la vida o para la integridad psíquica.
Consideramos que una crisis está resuelta cuando se vuelve al equilibrio, al dominio de la situación con el desarrollo de nuevas técnicas de afrontamiento que incluyen cambios en la conducta y el uso adecuado de los recursos externos. Para alcanzar este objetivo utilizaremos la terapia de crisis. Este proceso implica una reflexión sobre el suceso y lo que ha implicado para el sujeto, la expresión de sus sentimientos, el mantener un grado de bienestar físico durante la crisis y la adaptación de la conducta. La terapia de crisis tiene como objetivo fundamental integrar el suceso dentro de la trama de vida del individuo. Busca que la crisis se resuelva y que el suceso que la originó, así como sus consecuencias, queden integradas con otros sucesos vitales para así formar parte dentro de la experiencia evolutiva de esa persona.
Recursos para la Asimilación de la Crisis
La respuesta de un individuo ante un suceso precipitante y su posterior asimilación de la experiencia de la crisis, dependerá de una serie de recursos:
- Recursos materiales: Dinero, comida, vivienda y transporte. Un déficit en cualquiera de estas áreas tiene peso potencial para hacer que un suceso que origina tensión se convierta en crisis.
- Recursos Personales: Incluyen factores como la fuerza del yo, el historial previo de afrontamiento ante situaciones generadoras de tensión, la existencia de problemas de personalidad no resueltos y el bienestar físico.
- Recursos sociales: Incluyen el ambiente familiar, de amistades o compañeros de trabajo en el momento de la crisis.
Intervención en Crisis
Abordaje inmediato llevado a cabo en conflictos emocionales agudos con el objetivo de restituir el equilibrio del sujeto y prevenir que la alteración provocada por el hecho que ha originado todo el proceso se convierta en desadaptación que pueda poner en peligro su integridad física y/o psicológica, o pueda redirigir su frustración hacia los demás, pudiendo llegar a agredir a los demás o incluso desencadenar una enfermedad mental.
Fases de la Intervención en Crisis
- Intervención en primera instancia: Los llamados primeros auxilios psicológicos.
- Segunda instancia: Terapia de crisis.
El objetivo de la intervención es dar apoyo y asistencia a las personas y sus familias para que puedan recuperar su equilibrio psicológico cuanto antes. Lo que diferencia la intervención en crisis de otras terapias es que focaliza el tratamiento en los recursos y fortalezas del individuo y no en la patología. Es una relación a corto plazo orientada al problema, tan rápida y directamente como sea posible.
Daño Psicológico
Evaluar el daño psicológico que sufren las víctimas es muy importante para poder planificar un tratamiento adecuado, para ayudar en la toma de decisiones, ya que el daño psicológico está recogido en el Código Penal, para poder establecer una compensación económica adecuada o, por ejemplo, para poder determinar una incapacidad laboral.
Fases del Daño Psicológico
- Reacción de sobrecogimiento, con embotamiento global, acompañado de lentitud, abatimiento general, incredulidad y escasez de reacciones.
- A medida que pasa el shock y se va teniendo conciencia de lo acontecido, disminuye el embotamiento y aparecen vivencias afectivas de tipo dramático como dolor, indignación, rabia, impotencia, culpa, miedo.
- Hay una tendencia a revivir lo acontecido, bien de forma espontánea o bien en función de algún estímulo concreto o general.
El daño psicológico abarca tanto las lesiones psíquicas agudas producidas por un delito violento (que en algunos casos puede remitir con el paso del tiempo), el apoyo social adecuado o el tratamiento psicológico, y las secuelas emocionales que permanecerán de forma crónica como consecuencia del acontecimiento sufrido y que interfieren de forma negativa en la vida del sujeto.
Víctimas y Tipos de Victimización
Víctima
Toda persona que se ve afectada por un acontecimiento traumático sea cual sea su origen (natural, accidental o intencional).
Tipos de Víctimas
- Víctimas Directas: Las expuestas directamente al acontecimiento traumático.
- Víctimas Indirectas: Las que han sido testigos directos del trauma sin haber sido afectados personalmente. Pueden ser familiares, vecinos o bien pueden estar implicados profesionalmente en el acontecimiento (policías, bomberos, personal sanitario, de emergencias, etc.).
Victimización Secundaria
Incluye todas las agresiones psíquicas que la víctima recibe en su relación con los profesionales de los servicios sanitarios, policiales o judiciales (declaraciones, identificaciones, demora en los procesos judiciales, asistencia a juicios, etc.) y es especialmente importante en caso de víctimas de violencia de género, agresiones sexuales y víctimas de actos terroristas.