¿Qué son las Habilidades Sociales?

Las habilidades sociales son capacidades o destrezas específicas requeridas para ejecutar competentemente una tarea interpersonal. Se refieren a un conjunto de conductas aprendidas. Algunos ejemplos incluyen:

  • Decir que no.
  • Hacer una petición.
  • Responder a un saludo.
  • Manejar un problema con un amigo.
  • Empatizar o ponerse en el lugar de otra persona.
  • Hacer preguntas.
  • Expresar tristeza.
  • Decir cosas agradables y positivas a los demás.

Definiciones Clave de Habilidades Sociales en la Infancia

En la infancia, existen tres tipos principales de definiciones de habilidades sociales, según Gresham (1986, 1988):

  1. Definición de aceptación de los iguales: Se basa en índices de aceptación o popularidad. Los niños socialmente hábiles son aquellos aceptados en la escuela o comunidad. El fallo principal es que no identifica comportamientos específicos relacionados con la aceptación.
  2. Definición conductual: Las habilidades sociales son comportamientos específicos que maximizan la probabilidad de obtener refuerzo o disminuir la probabilidad de castigo en la interacción social. La premisa es la adquisición de habilidades interpersonales que permiten relaciones satisfactorias. Aunque permite identificar y evaluar comportamientos, no asegura que sean socialmente importantes.
  3. Definición de validación social: Son comportamientos que predicen resultados sociales importantes para el niño, como la aceptación o juicios de otros significativos.

En resumen, las habilidades sociales son un conjunto de competencias conductuales que permiten al niño mantener relaciones sociales positivas y afrontar de manera efectiva y adaptativa las demandas de su entorno. Esto contribuye a la aceptación por los compañeros y a una adecuada adaptación social.

Estilos de Conducta en las Interacciones Sociales

a) Conducta Pasiva

La conducta pasiva es un estilo de huida. Implica la violación de los propios derechos al no expresar honestamente sentimientos, pensamientos y opiniones, permitiendo que otros los vulneren. También se manifiesta al expresar los propios pensamientos y sentimientos de manera autoderrotista, con disculpas y falta de confianza, facilitando que los demás no los tengan en cuenta.

La persona pasiva:

  • Tiene sus derechos violados.
  • Es inhibida e introvertida.
  • No consigue sus objetivos.
  • Se siente frustrada, infeliz y ansiosa.

Algunas personas adoptan conductas de sumisión esperando que la otra persona capte sus necesidades, con el objetivo de apaciguar y evitar conflictos (Lega, Caballo y Ellis, 1997). Evitar conflictos es reforzante para los inhibidos, pero a largo plazo, el niño pasivo es avasallado y los demás se aprovechan de él, generando baja autoestima.

b) Conducta Agresiva

La conducta agresiva es un estilo de lucha. Implica defender los derechos personales y expresar pensamientos, sentimientos y opiniones de manera deshonesta, inapropiada, violando los derechos de la otra persona.

La persona agresiva:

  • Viola los derechos de los otros.
  • Se mete en las elecciones de los demás.
  • Es beligerante, humilla y desprecia a los otros.
  • Es explosiva e impredeciblemente hostil.

El niño que defiende sus derechos de forma agresiva se hace desagradable a los demás y es rechazado. (Más características de niños agresivos se expondrán en el apartado 3).

c) Conducta Asertiva

La conducta asertiva implica la expresión directa de sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar sus derechos.

La persona asertiva:

  • Elige por sí misma.
  • Protege sus propios derechos y respeta los de los otros.
  • Consigue sus objetivos sin herir a los demás.
  • Es expresiva social y emocionalmente.
  • Se siente bien consigo misma y tiene confianza.

El objetivo de la conducta asertiva no es *conseguir* lo que se quiere, sino comunicarlo clara y directamente. El niño asertivo se valora a sí mismo y hace que los demás lo valoren, lo tengan en cuenta y respeten sus deseos, gustos y opiniones.