El Proyecto de Vida: Modelos a Seguir y a Evitar
Modelos a Evitar
El Hombre Mariposa
Su proyecto de vida se define como un rotundo no al compromiso. Como la mariposa, va tras de lo que luce un momento. Vuela de flor en flor en busca de miel para cada situación, pero la abandona rápidamente. Inconstante, superficial, no echa raíces, novelero, cambia de ideas, de trabajo, de carrera, de amigos, de valores, de novias como la veleta, con el viento. Entusiasta en los comienzos, enseguida cede al esfuerzo, a la rutina o al compromiso. Es el hombre que no sale en defensa de los derechos de nadie.
El Hombre Caracol
Su proyecto de vida es vivir encerrado en sí mismo. Desea que no lo molesten y con su concha se protege de todo lo externo a él. Marcadamente asocial, la vida de los demás le importa poco. Se puede estar hundiendo el mundo y él como si nada. Su paz, su comodidad y sus intereses personales están por encima de todo.
El Hombre Zángano
Su proyecto de vida consiste en vivir sin trabajar. Lo domina la ley del menor esfuerzo. Ve la forma de aprovecharse de los demás para vivir de gorra. El hombre parásito que no produce nada y que vive a costa del esfuerzo y del trabajo de los demás.
El Hombre Pulpo
Su proyecto de vida se mueve por la búsqueda del poder. Como el pulpo, con sus tentáculos va atrapando lugares estratégicos y personas claves. Para ganar poder, utiliza o manipula a las personas. Traiciona a los de abajo o a sus compañeros con tal de ganarse el aprecio de sus superiores. Interesado, se arrima a la mejor sombra, pero no repara en abandonarla cuando encuentra otra superior. Su amistad no es más que un disfraz para alcanzar los secretos e intereses personales. Recurre a la hipocresía, al soborno y al chantaje.
El Hombre Erizo
Su proyecto de vida se apoya sobre un principio mil veces repetido: la vida no tiene sentido. La existencia la arrastra con pesadez, pues de antemano sabe que no vale la pena vivirla. Negativo y pesimista, ve siempre el lado malo de la realidad; quejumbroso, vive comparándose con los demás para concluir que su vida es la más desgraciada. Como el erizo, para todo saca sus espinas como el mejor mecanismo de defender su encastillamiento. Ve enemigos por todas partes.
El Hombre Rico McPato
Su proyecto de vida gira en torno al dinero. Presenta una gran variedad de caras, solo piensa en enriquecerse y en atesorar. El dinero es su ideal supremo.
Un Modelo a Seguir: Jesús, Hombre Maduro
Introducimos por primera vez el nivel de profundidad que tiene la experiencia de Jesús en la tarea de seguir construyendo nuestra interioridad y madurez humana. Analizaremos la madurez personal de Jesús y su planteamiento de vida con relación a la sociedad y el entorno en que vivió. A partir de este análisis, trasladamos este planteamiento a la sociedad actual, descubriendo, en positivo, las exigencias del seguimiento de Cristo.
En el ámbito de sí mismo: El paso del placer al darse
El placer genera egocentrismo e individualismo, actitudes que no permiten el despliegue total de las capacidades, generando seres aislados, inseguros y sin trascendencia, expuestos a una muerte en vida. Por el contrario, darse proporciona sentido de compromiso, utilidad a la sociedad, integración y fortalecimiento de las dimensiones humanas, puestas en marcha gracias a una vida espiritual guiada por grandes ideales, que buscan el desarrollo de los destinatarios de su misión y, en ellos, su felicidad.
Jesús: El reto del placer vs. darse
En el ámbito comunitario (los otros): El paso del poder al servir
Una consecuencia lógica del darse es el servir. Nadie puede darse sin contemplar la necesidad de servir a los demás. La mayor parte de nuestros pensamientos, sentimientos y conductas se refieren a nuestra relación con los demás. Así, las ideas que tenemos sobre los demás, a veces preconcebidas, nos permiten relacionarnos y dialogar con ellos, generando sentimientos (simpatía, antipatía, indiferencia) que condicionan nuestro comportamiento. El servir, como el darse, proporciona nuevas expectativas, retos, relaciones, responsabilidades, sensaciones y conocimiento del mundo. Además, en este ejercicio llegamos a ser alguien, somos valorados por lo que somos, reconocidos en medio de la comunidad.
Jesús: El reto del poder vs. servir