Movimientos Involuntarios: Tipos, Causas y Características Clínicas
Movimientos Involuntarios (Basado en Argente)
Temblores
Según su etiología:
Temblor parkinsoniano
Se presenta tanto en la enfermedad de Parkinson como en los parkinsonismos secundarios a infecciones, tóxicos o fármacos. Es un temblor de reposo o de actitud, que disminuye con los movimientos intencionales (a diferencia del temblor fisiológico) y aumenta ante situaciones de estrés (al igual que todos los demás tipos de temblor). Su velocidad es lenta y su amplitud, grande. Se localiza con cierta preferencia en los dedos de las manos y en los brazos, lo que otorga al paciente el típico gesto de “contar monedas”. Su comienzo es por lo común unilateral.
Temblor fisiológico
Surge en situaciones de ansiedad o fatiga y se debe a un aumento en la liberación de adrenalina. Es un temblor postural, rápido y fino, que se localiza sobre todo en los dedos y en las manos.
Temblor cerebeloso
Característico de lesiones que dañan las vías cerebelosas. Es un temblor intencional que aparece al realizar movimientos voluntarios y se localiza preferentemente en los miembros superiores.
Temblor esencial
Es un trastorno hereditario que puede presentarse como postural o intencional. Es un temblor lento, de mediana amplitud, que por lo general afecta las manos, la cabeza y la voz. Puede comenzar en forma unilateral y luego hacerse bilateral. Tiende a aumentar con la edad. Su fisiopatología se desconoce; puede deberse a un desequilibrio del sistema nervioso autónomo, o a una acentuación del temblor fisiológico.
Temblor de la enfermedad de Wilson
La degeneración hepatolenticular puede producir temblor; el más característico es un temblor proximal en los miembros superiores, grueso, de amplitud importante, al colocar los brazos levantados y flexionados al frente (temblor que se asemeja a “batir alas”).
Corea
Son movimientos involuntarios rápidos, irregulares, sin un propósito definido y arrítmicos, que fluyen de una parte del cuerpo a otra, originados por contracciones bruscas y breves de cualquier grupo muscular. Los movimientos son desordenados e irregulares y pueden afectar las extremidades (“marcha de payaso”), los músculos de la fonación, de la cara y respiratorios. Se presentan durante el reposo o interrumpen un movimiento voluntario normal. Las personas que padecen esta afección no logran contracciones sostenidas, como mantener un puño cerrado o la lengua protruida. Los movimientos coreicos se exacerban por factores emocionales y cesan durante el sueño.
La lesión que da origen a este trastorno suele asentarse en el cuerpo estriado, en el que suele hallarse un desequilibrio de neurotransmisores (déficit de acetilcolina y GABA con exceso de dopamina), aunque probablemente el compromiso del SNC es más amplio y difuso.
Los movimientos coreicos pueden observarse en distintas enfermedades; entre las más frecuentes se encuentran:
Corea de Huntington
Es una enfermedad hereditaria, de carácter autosómico dominante, que se inicia por lo general en la edad adulta con movimientos coreicos en la cara o en los miembros superiores y luego se generaliza. Se acompañan de alteraciones en la personalidad y en la capacidad cognitiva. En forma tardía suelen aparecer disartria y disfagia.
Corea de Sydenham
Es una enfermedad relacionada con la infección por el estreptococo beta hemolítico y la fiebre reumática. Su aparición se produce entre los 5 y los 15 años, con mayor incidencia en el sexo femenino. Suele ser generalizada y autolimitarse en pocos meses, dejando como secuela una hipersensibilidad dopaminérgica en el cuerpo estriado capaz de ocasionar recidivas ante fármacos o el embarazo.
Corea farmacológica
Causada por altibajos en las concentraciones plasmáticas de levodopa en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, o por la administración de anticonceptivos orales, difenilhidantoína y antipsicóticos.
Otras causas
Pueden hallarse movimientos coreicos en casos de encefalitis, tirotoxicosis, lupus eritematoso sistémico, policitemia vera e histeria.
Balismo
Es una variedad de la corea que se produce en forma unilateral, por lo que se la conoce como hemibalismo. Los movimientos tienen mayor amplitud y violencia, predominan en el miembro superior y se asemejan a un lanzamiento o sacudida. A menudo su causa es vascular (infartos o hemorragias en el núcleo subtalámico de Luys o en su vecindad), por lo que se establecen en forma brusca y pueden ceder en semanas o perdurar en el tiempo.
Atetosis
Movimientos distónicos que afectan las manos.
Mioclonías
Son contracciones bruscas y breves de uno o varios grupos musculares originadas por compromiso del sistema nervioso central (corticales, subcorticales o espinales). Pueden ser rítmicas o arrítmicas, espontáneas o reflejas, localizadas o generalizadas.
Distonías
Se trata de contracciones sostenidas de músculos antagonistas, que dan origen a posturas anormales y movimientos lentos de torsión. Las formas primarias pueden comenzar en la niñez (suelen ser generalizadas) o en la edad adulta (predominan las formas localizadas, como el tortícolis espasmódico o blefaroespasmo). Las formas secundarias comienzan a cualquier edad, según las causas que las originan.
Discinesias Bucolinguales
Son movimientos involuntarios lentos, estereotipados y continuos que se generan en la lengua, los labios o la mandíbula. Se producen en pacientes de edad avanzada o sometidos a tratamientos prolongados con neurolépticos. Se cree que su causa radica en un fenómeno de hipersensibilidad dopaminérgica y aumento en su síntesis secundario a un bloqueo en el cuerpo estriado.
Tics
Se trata de movimientos involuntarios breves y bruscos que se repiten de la misma manera, comprometiendo segmentos corporales definidos. Pueden ser motores (mioclónicos, distónicos, tónicos) o fónicos. Cuando los tics fónicos están presentes se habla de síndrome de Gilles de la Tourette. Habitualmente hay una combinación de ambos tipos de tics. Son movimientos que se exacerban por factores emocionales, cesan durante el sueño y pueden ser suprimidos aunque sea durante instantes por la voluntad, aunque después persiste un sentimiento de angustia.