La Biblia: Concepto, Definición, Composición y Géneros Literarios
BIBLIA: Concepto, Definición y Composición
La Biblia es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. Se trata de una compilación de libros escritos en hebreo y arameo (el Antiguo Testamento) y en griego (el Nuevo Testamento).
Los primeros libros compuestos son los del Antiguo Testamento cristiano o Tanaj judío. El pueblo judío solo identifica como Biblia el Tanaj.
La Biblia fue escrita a lo largo de mil años (desde el 900 a. C. al 100 d. C.). Se ensambló en el Concilio de Hipona (393 d. C.), se confirmó en el Concilio de Cartago (397 d. C.) y por decreto en el Concilio de Trento (8 de abril de 1546). Conocemos la Biblia a través de la Vulgata, traducción de San Jerónimo a principios del siglo V. Aunque cronológicamente la literatura mesopotámica es anterior a la hebreo-israelita, es innegable su enorme influencia en la evolución cultural del mundo. Las primeras referencias históricas sobre el pueblo de Israel datan del 1100 a. C., monarquía con capital en Jerusalén. Abrahán debió ser contemporáneo de Hammurabi.
El Tanaj (Biblia judaica o Antiguo Testamento cristiano) consta de 24 libros recopilados durante el cautiverio babilónico. Estos libros se distribuyen en tres grupos:
Torá (Ley o Enseñanza)
Los cinco primeros libros o Pentateuco son el relato de la creación, los orígenes del mundo y la humanidad, y la historia de los patriarcas y los hebreos hasta su llegada a la tierra prometida. Es un conjunto de textos histórico-míticos con numerosas contradicciones y repeticiones. El núcleo son normas de convivencia social, leyes civiles y religiosas, alrededor de las cuales se articuló la historia del pueblo hebreo.
Nebim (Profetas)
Son ocho libros de distinta temática:
Históricos
Siguen la tónica del Deuteronomio (último de la Torá) y tratan de dar una relación sistemática de la historia de Israel, desde los orígenes hasta la dominación persa. Israel es, con Grecia, el único pueblo antiguo que cultiva la historia en sentido estricto. Estos libros se caracterizan por el detallismo, la dramatización en estilo claro y directo, y su carácter providencialista: todos los acontecimientos humanos están regidos por la voluntad divina.
Proféticos
Recogen las profecías, con interpolaciones, anotaciones, añadidos y digresiones, de los grandes profetas hebreos: Isaías, Jeremías, Ezequiel.
Ketubim (Escritos)
Conjunto heterogéneo de materiales poéticos, narrativos y gnómicos. En ellos encontramos vidas de profetas, libros sapienciales o didácticos (Proverbios, Eclesiastés, Sabiduría), textos filosóficos como El libro de Job y los 150 poemas de los Salmos (el Salterio), tradicionalmente atribuidos al Rey David, que recogen desde composiciones líricas (Cantar de los Cantares) hasta versos filosóficos y épicos.
El Cantar de los Cantares
Es un canto al amor humano. Los protagonistas son “él” y “ella”, sin nombre; son todas las parejas de la historia. El cortejo de los amantes son los paisajes, las flores, las plantas, los jardines, los olores, los sabores, en una atmósfera primaveral. Revela una trama móvil, semejante a una obra de teatro. Ha tenido una doble acogida en la tradición judeo-cristiana: como relato cifrado de las relaciones de alianza entre Dios y su pueblo (Dios-Israel, Jesucristo-Iglesia) a través de la lectura alegórica, y como relato de las relaciones entre el alma (amada) y Dios (amado), sobre todo en la literatura mística (San Juan de la Cruz).
Los Salmos
Conjunto de cinco libros de poesía religiosa hebrea, parte del Tanaj judío y del Antiguo Testamento cristiano. Incluido entre los Libros Sapienciales, entre Job y Proverbios. Existe una tradición sobre el origen davídico del salterio, basada en menciones de diversos libros de la Biblia y en los títulos de los mismos salmos: 73 salmos de la versión hebrea dicen “De David” y algunos añaden la ocasión en que fueron escritos. También en el Nuevo Testamento se da por supuesta la autoría davídica. Colección de 150 poemas heterogéneos, donde resuenan casi todas las tradiciones bíblicas: narración, profecía, sabiduría, oración, poesía. Dentro de este microcosmos bíblico, se podrían estudiar varios “microcosmos” inferiores:
- Microcosmos literarios: Emplean ritmo, paralelismo, aliteración, quiasmo, etc.
- Microcosmos simbólicos: Usan símbolos de la vida social, animal, de la guerra, de la casa, de la liturgia, del ámbito judicial, del cosmos, etc.
- Microcosmos oracional: Abarca la súplica, el himno, la acción de gracias, la alabanza.
- Microcosmos histórico: Contiene las grandes tradiciones históricas: el éxodo, la tierra, la monarquía, el destierro, la esperanza. Reserva un puesto especial a David.
- Microcosmos cristiano: El libro más leído por los primeros cristianos y más empleado en el Nuevo Testamento, junto con Isaías. Fue la oración de Jesús.
Todos estos textos se incluyen bajo la denominación de textos gnómicos, que incluyen poesía lírica, poesía didáctica y prosa didáctica.
Poesía Lírica
Expresa sentimientos y vivencias profundos. Se incluyen cantos de amor, poemas de oración, poesía hímnica (Salmos), poesía mística (Cantar de los Cantares) y poesía elegíaca (Lamentaciones).
Poesía Didáctica
En los libros de Job, Proverbios, Eclesiastés y Eclesiástico. Poemas didácticos o enseñanzas poéticas, expresadas a través de sentencias, proverbios, alegorías, parábolas, enigmas y refranes que expresan la experiencia de vida de un sabio.
Prosa Didáctica
Características similares a la poesía didáctica, pero en prosa: Libro de la Sabiduría.
El Nuevo Testamento
Resumen escrito de la tradición oral basada en testigos oculares de los dichos y hechos de Jesús. Una primitiva redacción formular daría lugar a pequeñas colecciones temáticas, recopiladas y reescritas por autores concretos con fines teológicos hacia la segunda mitad del siglo I. Los géneros literarios (cartas, epístolas, hechos, evangelios, apocalipsis…) son diferentes de los del Antiguo Testamento y están más cercanos a los helenísticos. La relación literaria entre los diferentes evangelios sigue siendo un misterio. Se compone de 27 libros: los cuatro evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las 14 Epístolas de San Pablo, las 7 Epístolas católicas y el Apocalipsis de San Juan.
Géneros Literarios de la Biblia
Cada libro tiene su género literario, y dentro de cada uno suele haber diversas formas literarias. La exégesis moderna distingue en la Biblia: relato histórico, saga, mito, cuento, fábula, sermón, exhortación, confesión de fe, narración didáctica, parábola, sentencia profética, jurídica o sapiencial, refrán, discurso, oración, canto, etc. Se habla a veces en lenguaje figurado, con metáforas, juegos de palabras y símbolos. Hay narraciones folklóricas, con exageraciones y formas épicas populares, para dar importancia a los héroes y las gestas del pueblo (ej. la historia de Sansón, las pieles que Rebeca puso a Jacob, las plagas de Egipto). A veces hay cábalas (lecciones en números).
Género Mítico
El mito busca dar una opinión o transmitir un mensaje sobre realidades profundas utilizando un lenguaje simbólico. Detrás de símbolos como el árbol, la serpiente, la torre de Babel, etc., hay algo profundo. Ejemplo: Génesis 11, 1-9: La torre de Babel. Los 11 primeros capítulos del Génesis corresponden al género mítico. Es una reflexión sobre por qué los imperios buscan dominar a pueblos más pequeños, buscando el poder y ser como dioses.
Género Evangelio
En el Nuevo Testamento, la palabra “evangelio” (buena nueva) está presente 54 veces, y el verbo “evangelizar”, 76. Marcos abrió el camino a este género literario; después lo siguieron Mateo, Lucas y Juan. Ejemplo: Mc 1,1-13: Comienzo de la misión de Jesús.
Género Saga
Narraciones que el pueblo contaba engrandeciendo los hechos de sus héroes. Ejemplo: 1 Sam 17, 4-11.32-51: David y Goliat. Recuerdo engrandecido para contagiar la valentía de David y reconocerlo como líder.
Género Midrash
Busca el sentido profundo de hechos nuevos usando textos antiguos. Ejemplo: Mt 2, 1-23: Circunstancias del nacimiento de Jesús.
Género Legal
Trata de normas o leyes sobre el culto o la organización social. Presentes en Éxodo 19-31, Levítico, Números y Deuteronomio. Ejemplo: Lev 19, 9-18: Varias normas sobre la cosecha y el respeto por los pobres.
Género Epistolar o de Carta
Exclusivo del Nuevo Testamento. Destinatarios concretos. Se inician con un saludo. Intentan dar respuesta a temas o inquietudes de la comunidad cristiana. Dos secciones: reflexiones sobre temas de fe (salvación, segunda venida de Jesús, etc.) y exhortaciones de ánimo. Ejemplo: Carta a Filemón.
Género Profético
Propio del Antiguo Testamento. Los profetas, mensajeros de Dios y portavoces del pueblo. Características: oráculo o sentencia profética, comunicar la voluntad de Dios, proyectar sucesos futuros desde una realidad presente (“vendrán días”, “en días venideros”). Ejemplo: Am 8, 1-14: Visión de una canasta de frutas.
Género Apocalíptico
En el Antiguo Testamento (libro de Daniel), en el Nuevo Testamento (Apocalipsis, Mc 13 y Mt 24). Apocalipsis significa revelación. Se “desvela” el sentido de los acontecimientos presentes mirando hacia el futuro. Uso de símbolos e imágenes para “desvelar” un mensaje de consuelo y esperanza: el bien vencerá al mal. Ejemplo: Ap 12: La mujer y la serpiente.
Género Sapiencial
En el Antiguo Testamento (Job, Proverbios, Eclesiastés, Eclesiástico, Sabiduría y Salmos). Hablan de la sabiduría del pueblo, nacida de la reflexión sobre la vida diaria: enfermedad, explotación, injusticia, sufrimiento; amor, matrimonio, familia, educación, amistad, organización, gobierno; comer, beber, hablar, vestir, educar, trabajar. Ejemplo: Prov 12, 7-28: consejos sobre conducta, trabajo, honestidad.
Género Parábola
Comparaciones narradas como pequeñas historias. Punto de partida: un mensaje. Uso de imágenes de la vida (campo, familia, lago, plazas, casa, etc.) para comparar dos cosas parecidas y distintas. El mensaje está oculto. Lenguaje sencillo. Jesús contó más de cuarenta parábolas. Ejemplo: Mc 4, 1-9: parábola del sembrador.