El Chasis Radiográfico: Componentes, Funcionamiento y Tipos

El chasis radiográfico es una estructura rígida, con forma de caja plana, en cuyo interior se coloca la película radiográfica y las pantallas de refuerzo (si se utilizan).

Función

Los chasis, utilizados de manera conjunta con las pantallas intensificadoras, cumplen tres propósitos fundamentales:

  • Procuran un contacto perfecto entre la película y las pantallas intensificadoras durante la exposición para evitar que se produzcan zonas de borrosidad.
  • Protegen de la luz a la película radiográfica (además de ser sensible a los rayos X, lo es a la luz, como ya sabemos). De este modo, no se altera antes de la exposición con rayos X.
  • Protegen y conservan las pantallas de refuerzo de posibles daños externos (arañazos, ralladuras, etc.).

Estructura

Están formados por dos caras (anterior y posterior) que están unidas por una bisagra y un sistema de cierre, gracias al cual la película que hay en su interior no queda expuesta a la luz.

Cara Anterior o Cara del Tubo

Es la que se coloca siempre frente al haz de radiación. Está formada por materiales con un índice de atenuación bajo, como puede ser el aluminio (en modelos antiguos), o bien de materiales plásticos más ligeros que el aluminio, aunque más resistentes, como la fibra de vidrio. Estos últimos son los que se utilizan en la actualidad principalmente. El material utilizado ha de ser radiotransparente para no interferir en la información aportada por el haz incidente.

Cara Posterior

Es similar a la cara anterior (será igualmente de aluminio o de algún material de plástico), pero además lleva un recubrimiento interno de plomo (la cara posterior no) o de algún otro material capaz de absorber la radiación residual que haya sido capaz de atravesar la película.

Tanto la cara anterior como la posterior llevan en su interior una capa de fieltro, gomaespuma u otro material similar, sobre las que se montan las pantallas intensificadoras. La finalidad de esta capa es asegurar un íntimo contacto entre la pantalla y la película. Con el paso del tiempo, tiende a carbonizarse por el efecto de la radiación y, cuando esto ocurre, se desprende un fino polvo negro que puede producir alteraciones en la imagen radiográfica, debido a que una simple mota de este polvillo es capaz de tapar algún cristal luminiscente de los que componen la pantalla. Esto hará que la emisión luminosa producida por esta quede bloqueada, por lo que habrá algún punto de la película que no se impresione y aparecerán puntos blancos en la misma. Si esto llega a ocurrir, la única solución es sustituir dicha capa por una nueva y, si el chasis está muy deteriorado, cambiarlo igualmente por uno nuevo.

Sistema de Cierre

  • El cierre debe ser perfecto para que haya un contacto íntimo y uniforme entre la pantalla y la película.
  • Cuando el chasis quede cerrado, debe estar herméticamente sellado para que no pueda pasar la luz y velar la película.

El tamaño del chasis está determinado por el de la película. Los tamaños de chasis más comunes son: 9 x 12 cm; 13 x 18 cm; 18 x 24 cm; 24 x 30 cm; 30 x 40 cm; 35 x 35 cm; 35 x 43 cm. El tamaño del campo de estudio debe estar ajustado al área que queremos estudiar.

En algunas ocasiones, puede ocurrir que el cierre se deteriore y el chasis deje de ser hermético a la luz. Esto se puede comprobar fácilmente cargando el chasis con una película virgen y exponiéndolo a una fuente luminosa intensa durante unos minutos; seguidamente, se revela la película. Si el cierre está en buen estado, la película saldrá transparente; por el contrario, si existe algún punto por el que entre luz, aparecerán manchas negras o veladuras de la película, generalmente por el borde donde está situado el cierre. Si el defecto es grande, la mancha podrá extenderse hacia el centro de la película; en este caso, el chasis resulta inservible.

Tipos de Chasis

Chasis para Uso con Exposímetros Automáticos

El exposímetro se encuentra situado tras la bandeja portachasis. Por tanto, los chasis que se utilizan en equipos dotados de exposímetros automáticos han de reunir una serie de características que los diferencian de los utilizados en otros equipos sin este dispositivo. El principal factor diferenciador es que estos chasis no deben llevar láminas de plomo en su cara posterior, puesto que impediría el paso de la radiación hacia él.

Chasis Curvos y Chasis Flexibles

Los chasis curvos se diferencian de los vistos hasta ahora únicamente en su forma, debida a la curvatura que tienen, tanto por la cara anterior como por la posterior. Sin ser un modelo demasiado utilizado, ha encontrado sus principales aplicaciones en la ortopantomografía o radiografías panorámicas de las estructuras dentales. También se utiliza en aquellas ocasiones en las que, por la forma de la estructura que se quiere radiografiar, el chasis convencional quedaría muy alejado de ella, como ocurre con las proyecciones axiales del hombro o en las anteroposteriores de rodilla, cuando su extensión queda seriamente limitada como consecuencia de algún traumatismo. La utilidad de los chasis flexibles es la misma, solo que la curvatura del mismo la podemos adaptar a la estructura que se quiere radiografiar.

Chasis con Rejilla Incorporada

Estos chasis se caracterizan por tener alojada en su interior una rejilla antidifusora. Esta se sitúa entre la cara anterior y la pantalla de refuerzo. Son de gran utilidad en aquellos casos en los que no resulta posible utilizar un sistema de rejilla móvil, como ocurre con las radiografías hechas con aparatos portátiles, en quirófanos, en pacientes encamados o incluso en aquellos que no pueden ser pasados por la mesa radiográfica (politraumatizados u otros).

Chasis sin Pantalla

Los chasis sin pantalla son aquellos que se utilizan únicamente con películas emulsionadas por una sola cara y en exploraciones muy concretas, como es el caso de las mamografías. En este caso, se suprime el uso de las pantallas para conseguir, por la eliminación de la causa productora de la borrosidad, la máxima definición en la imagen radiográfica. No obstante, en los últimos años se han desarrollado unas pantallas de grano ultrafino (lentes) que permiten obtener imágenes de una magnífica definición con la ventaja añadida de la reducción en la dosis recibida por el paciente.