Partes de un faro

Los faros son un elemento crucial para la seguridad en la conducción. Conocer sus componentes y cómo funcionan nos ayuda a entender mejor su importancia y mantenimiento. A continuación, se describen las partes principales de un faro:

  1. Reflector: Su función es captar la mayor cantidad posible de luz y ordenar los rayos del haz de luz emitido por la fuente luminosa (lámpara), para proyectarlos en una sola dirección y conseguir el máximo alcance posible. En el reflector se encuentra el alojamiento de la lámpara. Dependiendo del tipo de bombillas y del casquillo que tenga, tendrán un posicionamiento único.

  2. Dispersor: Tiene la tarea de desviar con precisión la luz emitida por los reflectores y agruparla en un haz para lograr el efecto luminoso deseado sobre la calzada. Aunque en un principio estaban fabricados de vidrio prensado, con un alto grado de pureza y exento de burbujas y aguas, en la actualidad se ha sustituido el vidrio (pesado, poco flexible y frágil) por un material plástico (policarbonato protegido por un barniz resistente a los UV), ligero, resistente y que permite prácticamente todas las formas de moldeo, incluso las más elaboradas y complejas. Dependiendo de la tecnología utilizada, puede ser de diseño estriado, asumiendo la distribución del haz luminoso (ej. Peugeot 106), o liso. En este caso, el cristal de plástico solo tiene una función de protección y estética.

  3. Máscara: Proporciona un aspecto de continuidad entre el reflector y el cristal. Esta pieza tiene una función estética y no se encuentra en todos los modelos de proyector.

  4. Portalámparas: En la mayoría de los casos, va unido directamente a los cables de alimentación del faro.

  5. Carcasa o soporte del conjunto: Es la estructura que sostiene y protege todos los componentes del faro.

Materiales y Evolución Tecnológica

La evolución de los materiales en la fabricación de faros ha sido significativa. El uso de policarbonato en lugar de vidrio prensado ha mejorado la durabilidad, el peso y la flexibilidad en el diseño de los faros. Este cambio no solo optimiza la funcionalidad, sino que también contribuye a la estética del vehículo.

Importancia del Mantenimiento

Mantener los faros en buen estado es esencial para garantizar una conducción segura. Un correcto funcionamiento de cada componente asegura una visibilidad óptima en la carretera, tanto para el conductor como para los demás usuarios de la vía.